sábado, 9 de enero de 2010

Quiero una mañana

Quiero despertarme en mi cama temprano,
girar el cuerpo, encontrarte dormida,
levantarme, andar hasta la cocina,
abrir el grifo, verter agua en un vaso.

Quiero asomarme a la ventana tranquilo,
espiar las nubes, los tejados, las casas,
la gente en la calle, volver la mirada,
recordar esta noche que no te he pedido.

Quiero una mañana en que sentirme vivo
signifique poder despertar contigo.

Quiero desayunar con leche caliente,
galletas, tostadas, untar mermelada,
masticar despacio el rato que pasa,
pensar en los días que tengo esta suerte.

Quiero fregar platos, tender la colada,
sentarme en el cuarto de baño, lavarme,
recorrer el pasillo, no desvelarte,
cuidar del sueño que acaba esta mañana.

Quiero una mañana en que sentirme vivo
signifique poder regresar contigo.

Quiero entrar, vestirme, mirar callado
la luz clara filtrada por la cortina,
seguir su rastro, notar cómo respiras,
quedarme mudo por tu cuerpo tapado.

Quiero cargarme la mochila en la espalda,
girar la llave, no poder abrir la puerta,
escuchar atento, sentir que despiertas,
entonces, besarte con una palabra.

Quiero una mañana en que sentirme vivo
signifique poder caminar contigo.

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