jueves, 18 de febrero de 2010

Niños malos y alemanes

¿De dónde surgió la maldad de algunos de esos hijos? ¿Nacieron con ella? ¿La hicieron brotar sus padres? ¿No habría chicos así en todas partes de la Europa de aquel tiempo, cuando la Gran Guerra aún no se había anunciado? ¿Solo en Alemania podría haber surgido el nazismo? ¿Qué clase de niños fueron los serbios que masacraron a los varones de Srebrenica?

¿Por qué el hombre se reprime? ¿Y qué emociones debe reprimir? ¿Dónde está el límite? ¿Qué hace diferentes unos sentimientos de otros? ¿Los buenos de los malos? ¿Por qué tienen que ser todos humanos?

La timidez y la sinceridad, casi infantil, me atrae. El deseo de cuidar, la ternura de acariciar, el poder de proteger. Y su cara me recordaba a la de ella, cuando su gesto y su pensamiento coincidían en quererme. Ahora, no es así. Cambió. Pero prefiero el recuerdo del pasado a la mezquindad del presente. Prefiero lo bueno.